viernes, 7 de septiembre de 2007

A un simple paso...Sin amenazas ni advertencias...

Realmente no se si la situación es grave, mucho menos si eso mejora las cosas o las empeora, pero he comenzado a creer en tus palabras, quizá tengas razón y el tiempo nos enzeñe cosas diferente, quizá estos pasos pudieron ser evitados y haya escogido yo el camino mas ineficiente, quizá tengas razón y por eso haré lo posible por respetar tu decisión. Por otro lado, comienzo a creer que nada volverá a ser igual si no retiras luego aquel doloroso puñal, que tendré que cortar mi garganta para no pronunciar mas tu nombre, que tendré que calcinar mis manos para no volver a sentirte, cercenar mis ojos para no verte cada vez que miro hacia al cielo, las olas, las calles o el amanecer...No pienses que esto es una amenaza, odiaria que así fuese, es simplemente la cara de mi moneda, la cara que ha mostrado al caer a la acera...Tendré que atar mis pies con cuerdas de alambres para no huir de mi cada vez que quiera estar a tu lado, golpear a mi cerebro con fuerza tal que olvide como se hace para recordar y así evitar verte cada vez que duerma o cada vez que intente pensar, tendré que llenar mi corazón con ácido para que consuma hasta la última letra de tu nombre rondando por mi cuerpo y cortar mis venas, para que sea tu nombre esparcido por mi habitación, por las calles, por la tina o el retrete, cualquier lugar será perfecto cuando eso suceda, contraeré un cáncer metafísico para eliminar mi alma y así posibilidad alguna de voler a caer. Y es que no son amenazas, porque cada vez que escucho tu voz a través del teléfono tengo que atar mi alma con resignación, para que no escape a tu lado y suelte un "Te amo", aún así no quiero que lo escuches y mucho menos insinuarte cosas, no te quiero manipular, no deseo hipnotizarte ni atarte junto a mi bajo mil sellos de espinas y ficción y es por eso que cada vez me cuesta mas no poder amarte. Y es que he comenzado a creer en tus palabras y quizá tengas razón, el tiempo nos enzeñe cosas diferentes y no debamos seguir el mismo camino y dejar que el infinito espere por los enamorados. Por otro lado, siempre habrán señales, señales que no podré ver porque nunca he sido capas de verlas y es que mi alma es ciega de frases indirectas; y estoy comenzando a creer que nada será igual, que un nudo de grueso calibre nunca nos permitirá volver a caminar tan juntos, y es que por este lado...comienzo a creer que nada será igual que antes...si no retiras luego...aquel doloroso puñal.


Atentamente
Eduardo Javier Lazcano Olivares

1 comentario:

Javo dijo...

y es que ya he leido este texto y me ha dado por recordar blogs... y que pronuncio mis palabras solo para que notes mi compañia...
pruebas, lo sabes, tal como lo dio yayo... yayo rql...